A principios de 2024, el arte y la viticultura convergieron en una notable exposición de la artista contemporánea Lola Escámez titulada “À Tona: Monstros e Vinhedos”.
Celebrada en el Fórum Romeira en Alenquer, Portugal, el evento celebró el séptimo aniversario del Acuerdo de Cooperación Internacional entre Alenquer, Portugal, y Benkovac, Croacia. Esta asociación nació de un compromiso compartido de preservar y revivir variedades de uva raras y fomentar colaboraciones interculturales.
En el centro de la exposición estaba el uso innovador que Escámez hace del vino como pigmento en sus obras de arte. Inspirándose en la mitología griega, en particular en la Odisea de Homero, la colección tejió una narrativa centrada en el encuentro de Ulises con los cíclopes. Cada pieza resonaba con los temas de la transformación y el paso del tiempo, a medida que los pigmentos a base de vino evolucionaron sutilmente sobre el lienzo, imitando el proceso de envejecimiento del vino en sí.
Las obras presentaron una mezcla de técnicas, combinando pigmentos de vino derivados de variedades raras como Empatia Superior, Empatia Vital y Posip & Vital con tinta, azafrán y otros elementos naturales. Entre los elementos destacados de la exposición se encuentran “La furia de Neptuno”, que representa la ira de Poseidón, y “Movimentos Nómadas”, una vibrante representación del estilo de vida nómada de los cíclopes. Estas intrincadas piezas celebraban no solo el proceso artístico, sino también los profundos vínculos históricos y geológicos entre el vino y la cultura.
Este evento no fue solo una muestra artística, sino también una celebración cultural, que destacó el patrimonio vitivinícola compartido de Alenquer y Benkovac. La colaboración ejemplifica cómo el arte puede trascender fronteras, fusionando tradición e innovación para crear algo verdaderamente extraordinario. Si bien la exposición concluyó en julio, su impacto continúa repercutiendo en las comunidades artísticas y vitivinícolas, dejando una marca indeleble en ambos campos.
Un homenaje atemporal a la creatividad y el patrimonio
La exposición “À Tona: Monstros e Vinhedos” de Lola Escámez sigue siendo un testimonio de la simbiosis entre el arte, el vino y la mitología. Al recuperar técnicas antiguas y dar vida a materiales raros, no solo ha honrado las tradiciones de Alenquer y Benkovac, sino que también ha abierto un nuevo capítulo en el arte contemporáneo. La exposición nos recuerda el poder perdurable de la creatividad para conectar, inspirar y trascender.
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